Salud mental invisibilizada
En octubre se conmemoró el Día Mundial de la Salud Mental, tema en el que nuestro país enfrenta grandes desafíos.
Según cifras del Minsal, 23% de la población chilena ha experimentado algún trastorno de este tipo, ubicando a nuestro país entre los índices más altos en América Latina. Los cuadros depresivos y ansiosos son los más prevalentes, afectando no sólo al paciente, sino también a sus familias y su entorno.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) también realizó una proyección alarmante para Chile: 1 de cada 4 personas tendrá una enfermedad mental a lo largo de su vida y los jóvenes son los más vulnerables. Además, el suicidio es la segunda causa de muerte en personas entre 15 y 29 años, lo que subraya la urgencia de enfrentar esta crisis con acciones multidisciplinarias.
Estamos todos llamados a contribuir. Por eso, la Universidad Gabriela Mistral organizó el III Congreso Internacional de Psicología: “Buscando Espacios Libres de Violencia en la Niñez”, donde se abordaron maneras de prevenir la aparición de problemáticas relacionadas con la salud mental a edades tempranas. La conjunción entre la sociedad civil, el ámbito público, las comunidades escolares y las universidades deben potenciar la generación de soluciones concretas para abordar la problemática.
Pero más allá de la formación de profesionales comprometidos con su entorno, con ética y excelencia técnica que requieren un alto componente de sensibilidad social, no podremos avanzar en mejorar la salud mental de Chile si no entendemos -y visibilizamos- lo preocupante de esta realidad. Nuestra clase política y opinión pública también están convidados a sumarse urgentemente a este tema, independientemente que no marque en las encuestas, pero que cala el alma de nuestro país.
Magdalena Fernández
Decana de la Facultad de Ciencias Sociales, Jurídicas y Humanidades Universidad Gabriela Mistral