Obispos llaman a superar el egoísmo en su mensaje de Navidad
Fuente: ExtraNoticias.cl
En su mensaje de Navidad, el Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh) hizo un llamado contundente a superar las barreras del egoísmo y la indiferencia, instando a los fieles a abrir el corazón a Cristo a través de la hospitalidad hacia los más necesitados. Los obispos subrayan que la Navidad no debe limitarse a celebraciones superficiales, sino que debe ser una oportunidad para reflexionar sobre el verdadero sentido de acoger a los demás, especialmente a aquellos que sufren la exclusión y la pobreza.
El mensaje, bajo el lema "Jesús nacido nos interpela: Ser hogar que acoge sin prejuicios", enfatiza que la fragilidad humana, vista en el nacimiento de Jesús en el pesebre, es un lugar donde Dios elige manifestar su gloria. De acuerdo con los obispos, esta fragilidad no solo es un tema histórico, sino una realidad diaria que se refleja en la vida de muchas personas excluidas y marginadas.
Uno de los puntos más destacados del mensaje es la fuerte crítica a la indiferencia y al egoísmo, dos actitudes que, según los obispos, están presentes en la sociedad actual. “Él viene a transformarnos”, señala el texto, llamando a los chilenos a superar el individualismo y las barreras que impiden reconocer en el otro una parte de nosotros mismos. Los obispos hacen un llamado a abrir las puertas, no solo a quienes conocemos, sino a los pobres, migrantes y todos aquellos que sufren, porque, según el mensaje, cuando abrimos las puertas a los necesitados, “es a Cristo mismo a quien ofrecemos posada, dignidad y esperanza”.
Además, el Comité Permanente subraya que el sentido más profundo de la Navidad radica en la manifestación de Dios “con nosotros” (Emanuel) y que, por ello, la salvación de Cristo debe llevarnos a crear una sociedad más inclusiva. El texto insta a los fieles a vivir una Navidad marcada por la cercanía con los que sufren la soledad y el rechazo, construyendo un espacio donde todos tengan cabida, sin importar su situación social o económica.
El mensaje también invita a reflexionar sobre el “hogar que acoge sin prejuicios”, un hogar que va más allá de las fronteras físicas de una casa, sino que representa una actitud de apertura y generosidad frente al prójimo. Así, los obispos llaman a la sociedad chilena a dejar atrás el egoísmo y a construir una mesa donde “nadie se sienta excluido”.
Finalmente, el mensaje de Navidad concluye con un deseo de paz, esperanza y fraternidad para todos los hogares del país, con la esperanza de que la figura de Cristo pueda encontrar siempre un lugar donde nacer y habitar.
